Prevención de enfermedades: una perspectiva islámica
Como musulmanes, creemos que Alá es el Creador y Sustentador de todas las cosas, y que Él tiene poder sobre todo. Él es el Más Misericordioso, el Más Compasivo y el Más Sabio. Él nos ha enviado orientación a través de Sus profetas y mensajeros, y nos ha revelado el Corán y la Sunnah del Profeta Muhammad (la paz sea con él). Estas fuentes de orientación nos enseñan cómo vivir en armonía con nosotros mismos, con los demás y con el medio ambiente. También nos enseñan cómo prevenir y lidiar con enfermedades y pandemias, que son parte de las pruebas y pruebas que Allah ha decretado para Su creación.
En este artículo, exploraremos algunas de las enseñanzas y principios islámicos relacionados con la prevención de enfermedades y cómo podemos aplicarlos en nuestra vida diaria. También discutiremos algunos de los beneficios y la sabiduría detrás de estas enseñanzas, y cómo pueden ayudarnos a lograr el bienestar físico, mental y espiritual.
La limpieza es la mitad de la fe
Uno de los aspectos más importantes de la prevención de enfermedades es la limpieza. El Islam pone gran énfasis en la limpieza, tanto interior como exterior. El Profeta Muhammad (la paz sea con él) dijo: «La limpieza es la mitad de la fe». [Sahih Muslim] Esto significa que estar limpio es un signo de fe en Allah y una forma de adorarlo. También significa que estar limpio nos protege de enfermedades e infecciones y mejora nuestra salud e higiene.
El Islam nos enseña a ser limpios de varias maneras, tales como:
- Realizar la ablución (wudu) antes de la oración, que consiste en lavarse las manos, la cara, la boca, la nariz, las orejas, los brazos, la cabeza y los pies.
- Tomar un baño (ghusl) después de las relaciones sexuales o la menstruación, o en un estado de mayor impureza.
- Lavarse las manos antes y después de comer, o al tocar algo impuro.
- Cepillarse los dientes (siwak) regularmente, especialmente antes de la oración y antes de dormir.
- Cortarse las uñas, recortarse el bigote, afeitarse el vello púbico y depilarse el vello de las axilas.
- Usar ropa limpia y cambiarla cuando se ensucia o suda.
- Mantener la casa, la mezquita y los alrededores limpios y ordenados.
Estas prácticas de limpieza no solo nos purifican físicamente, sino también espiritualmente. Nos ayudan a eliminar las impurezas de nuestro cuerpo y alma, y nos hacen más receptivos a las bendiciones y la misericordia de Allah. También nos hacen más atractivos y agradables para los demás, y aumentan nuestra autoestima y confianza.
Comer sano y moderado
Otro aspecto de la prevención de enfermedades es comer saludable y moderadamente. El Islam nos enseña a comer lo que es lícito (halal) y bueno (tayyib), ya evitar lo que es ilegal (haram) o dañino. El Corán dice: «¡Hombres! ¡Comed de los alimentos lícitos y buenos que hay en la tierra y no sigáis los pasos del Demonio! Es para vosotros un enemigo declarado.» [2:168] Esto significa que debemos comer alimentos sanos, nutritivos, deliciosos y beneficiosos para nuestra salud. También debemos evitar alimentos contaminados, en mal estado, venenosos o perjudiciales para nuestra salud.
Algunos ejemplos de alimentos halal son frutas, verduras, granos, carne, leche, miel, dátiles, etc. Algunos ejemplos de alimentos haram son carne de cerdo, alcohol, sangre, carroña (animales muertos), animales que mueren solos o son asesinados por otros. animales o estrangulándolos o golpeándolos o cayendo o corneándolos o son sacrificados en altares que no sean el nombre de Allah. «Os está vedada la carne mortecina, la sangre, la carne de cerdo, la de animal sobre el que se haya invocado un nombre diferente del de Alá, la de animal asfixiado o muerto a palos, de una caída, de una cornada, la del devorado parcialmente por las fieras -excepto si aún lo sacrificáis vosotros-, la del inmolado en piedras erectas. Consultar la suerte valiéndose de flechas es una pervesidad. Hoy quienes no creen han desesperado de vuestra religión. ¡No les tengáis, pues, miedo a ellos, sino a Mí! Hoy os he perfeccionado vuestra religión, he completado Mi gracia en vosotros y Me satisface que sea el islam vuestra religión. Si alguien se ve compelido durante un hambre, sin intención de pecar,…Alá es indulgente, misericordioso.»[5:3], etc.
El Islam también nos enseña a comer con moderación, no en exceso ni derrochando. El Profeta Muhammad (la paz sea con él) dijo: «El hijo de Adán no llena ningún recipiente peor que su estómago. Es suficiente que el hijo de Adán coma unos cuantos bocados para seguir adelante. Si tiene que hacer eso ( llene su estómago), luego que llene un tercio con comida, un tercio con bebida y un tercio con aire». [Sunan al-Tirmidhi] Esto significa que debemos comer solo lo que necesitamos para satisfacer nuestra hambre y mantener nuestros niveles de energía. No debemos comer más de lo que necesitamos ni desear alimentos que no necesitamos. También debemos dejar algo de espacio en nuestros estómagos para el agua y el aire.
Comer moderadamente nos ayuda a prevenir la obesidad, diabetes, enfermedades del corazón.