El imán Ali ibn Abi Talib (599-661 dC) fue primo y yerno del profeta Mahoma y el primer imán chiíta. También es considerado el cuarto califa por los musulmanes sunitas. Desempeñó un papel importante en la historia islámica temprana, tanto como compañero del Profeta como líder de la comunidad musulmana después de la muerte del Profeta.
Cuando era niño, Ali fue criado por el profeta Mahoma y fue una de las primeras personas en convertirse al Islam. Era conocido por su conocimiento, sabiduría y coraje, y fue uno de los compañeros más cercanos del Profeta. También luchó en muchas batallas durante el período islámico temprano, incluida la Batalla de Badr y la Batalla de Hunayn.
Después de la muerte del Profeta, surgió una disputa sobre quién debería ser el líder de la comunidad musulmana, con algunos apoyando el reclamo de Ali al Califato y otros apoyando los reclamos de otros compañeros. Ali eventualmente se convirtió en el cuarto califa, pero su gobierno estuvo marcado por conflictos y guerras civiles. Fue asesinado en el año 661 d. C. y su muerte se considera un punto de inflexión en la historia del Islam primitivo.
Los musulmanes chiítas creen que el Imam Ali fue el califa legítimo y el primer Imam de los musulmanes, y que el Imamato se transmitió a través de sus descendientes, comenzando con su hijo, Hasan, y luego a Husayn, y luego a los otros Imames. Lo consideran el líder político y religioso legítimo y el primer líder de la comunidad islámica después del profeta Mahoma.